19 DE NOVIEMBRE DE 2014
MUCHA PISTA, POCA SENDA
…así ha sido la ruta de hoy, pero por suerte la senda es de la más bonitas que conozco y te hace olvidar los pasos anteriores. Preciosa. Con desniveles suaves en todo momento. Rodeada de árboles y vegetación en todo su recorrido y de buen pisar, ¡que más quieres!. Bueno, si pudiera elegir la haría mucho más larga pero es lo que hay.
El día amaneció fresquito y despejado. Pronto el sol empezó a calentar y nos despojamos de las prendas de abrigo. El ritmo es suave y no paramos de “charlar” con unos y otros. El “camino” es de fácil andar y el desnivel más que llevadero. Cuando nos damos cuenta ya estamos buscando sitio para almorzar. Hasta aquí es una ruta “normalita” tirando a pobre.
El almuerzo bueno, bueno. El Jefe aportó unos rebollones guisados por él mismo que estaban muy ricos. Los demás aportaron, como de costumbre, un poco de todo, así que los almuerzos se convierten en banquetes de los que no faltan de nada. Unas cuantas fotos y seguimos la marcha.
Más y más pista hasta que llegamos a la parte final de la ruta. Primero nos asomamos a una espectacular vista de los Cuchillos del Cabriel y después hacemos un descenso muy muy pronunciado que lo hacemos con mucha precaución siguiendo los carteles que anunciaban “peligro de caídas” y en una ocasión ayudados por una tramo de vía ferrata. Un poco de susto en algunos componentes y cientos de fotos de las espectaculares vistas.
Una vez hecho el descenso es cuando tomamos la senda que antes mencioné. Espléndida toda ella y a un ritmo que en ocasiones las pulsaciones subían mas de la cuenta. Creo que fue el error del día, seguir a los que marcaban el ritmo y no disfrutar durante más tiempo de un entorno que no es habitual encontrar. Al final de la senda esperaban los coches.
En cuanto a la comida, creo que estuvo bastante bien, los platos quedaron vacíos y es buena señal, aunque esta “banda” se lo come todo. Fue en la Cafetería Restaurante El Monumento de Requena, buen trato y equilibrio entre calidad y precio. La atención esmerada y la cocinera muy rica, es decir, muy buena, quiero decir… que lo hace muy bien. Au.
¡¡Y que ruta!! Jesús hubiera preferido dar dos vueltas por el barranco y evitar el Vèrtice del Moluengo, Los 18 Km. casi se me hicieron cortos y eso que las pistas fueron prolongadas. Un disfrute para el cuerpo y la vista, a veces no todo consiste en subir a lo mas alto,
ResponderEliminarUn abrazo compañero.
(Albazkán)