26 DE NOVIEMBRE DE 2014
- SENDERISMO -
MUCHOS Y BUENOS
Muchos muchos andarines (47) nos juntamos esta mañana para dar cuenta de la Sierra Engarcerán y todos, todos ellos, buenos buenos de pelar.
No eran las 9:00 de la mañana y ya estábamos pateando la montaña. Ayer las previsiones eran de lluvia suave toda la mañana y como de costumbre no acertaron en nada. Ni suave ni lluvia, un solazo espléndido que dio alegría a un día fenomenal de senderismo.
La ruta empieza con una suave bajada seguida de la única subida del día. Varios kilómetros en continuo ascenso al 10%-15% de desnivel hasta alcanzar el collado. Toda la senda (barranco de la roca roja) plagada de carrascas, encinas, arces, tejos, etc… un placer para la vista y todos los sentidos. Subimos bastante “desperdigados” debido a la cantidad de gente y sus diferentes niveles. Los de mi grupo optamos por lo fácil, verlo todo sin prisas aunque sin pausas, escuchando al "mestre" en la materia. Un barranco precioso. Una vez superado, “algunos” deciden que paremos a almorzar y mostrando sus argumentos convencen al “jefe” para que de la orden (jajaja). La verdad es que hoy la diferencia entre los primeros y los últimos era muy grande, así que los primeros almorzaron en el Tossal de Saragossa viendo los aviones (más jajaja) y el resto en el collado anterior.
El almuerzo (el mío) rápido, rápido. Mi acompañante de fatigas es el “proveedor” del mejor café y lo llevaba en la mochila de uno de los gallos que estaba arriba, así que no tuvimos más remedio que darnos aire y continuar para tomar el buen café con los gallos y andar rezando para que quedara chocolate y galletas que tanto nos gustan.
Una vez todos en el tossal, sesión fotográfica al aeropuerto de Castellón (sobrevolado por unos cuantos buitres) y alrededores, pisada de la línea del meridiano de Greenwich (0º W y 0º E) y a seguir la ruta.
Ahora toca bajar y bajar. Bordeamos las paredes rocosas del Figueral, vimos la vía ferrata y también el puente tibetano. Mu bonito todo. Al poco ya estábamos en el autobús camino del restaurante.
La ruta es magnífica, por poner un pero diría que en lugar de meter en la cárcel al tal Fabra, se lo convalidaran por la pena de limpiar de piedras la ruta, ¡hasta yo se lo agradecería!, hay muchas muchas, demasiadas. Por lo demás un notable por mi parte.
En cuanto a la comida, nubes y claros, algunos platos “limpios” y otros no tanto. La olla, según escuché a los que la tomaban, no mataba (de gusto, claro) y el ternasco estaba bueno dependiendo del trozo que te había tocado. Aprobado justito. Ahora de nuevo al autobús y a casita que está lloviendo.
Esplendida ruta compañero e inesperada por lo que sabe mejor. Un barranco precioso y poco disfrutado, ¡¡ayyyy los prisinas nos obligan!! pero esta vez se ha disfrutado mas de lo normal y esa vía ferrata y esa piedras del camino y ese carajillo. En fin que un día maravilloso y que conste en acta que he acabado como si nada.
ResponderEliminarUn abrazo y que San Simón siga acertando.
Alberto
Buena crónica con todo detalle, estoy de acuerdo en todo, hasta con la comida, la próxima vez buscaremos otro sitio.
ResponderEliminarMe alegro Albertini, que estés cogiendo la forma, pues mucho es todavía, lo que nos queda.