22 DE OCTUBRE DE 2014
EL TIOCANYA NO ENGAÑA Y EL JEFE ELIGE BIEN
Dice el Tiocanya: Es una ruta muy recomendable porque transcurre por diferentes tramos de senda, todos ellos de gran belleza. Se combinan pinadas, zonas de alcornoque y zonas húmedas. A todo esto le añadimos la cima del Montí, la visita a la ermita de Santa Barbara y el paso por Les Coves Gelades para hacer una ruta excepcional.
Y digo yo: después de leer el anuncio de esta etapa por parte del “jefe” que nos remitía al blog del Tiocanya para poder consultarla y obtener el track, me pareció que no sería aburrida ni demasiado exigente y así fue.
De nuevo nos reunimos montón de senderistas (29) para la etapa. Salimos pronto y parecía que un viento molesto nos iba a acompañar pero solo fue un “parecer” ya que se esfumó por completo. Buena temperatura durante toda la mañana. Etapa presumiblemente corta que empieza por un tramo de asfalto y continua por sendas de varios tipos todas ellas bien marcadas y rodeadas de pinos y alcornoques. Los desniveles son suaves. La gente no para de hablar. Vamos tranquilos. Ribes no para de hacer fotos. Valera no para de sonreír. El resto a su marcha, siguiendo la estela del “jefe” que esta vez, y sin que sirva de precedente, ha sido más que considerado en su ritmo. Entre pitos y flautas ya estamos almorzando un poco antes de coronar el Montí.
Los almuerzos de esta “banda” son para enmarcar. El que no aporta bebida (vino preferentemente), aporta comida (higos, galletas, chocolate, frutos secos, dátiles y montón de cosas más), por supuesto cada cual lleva su bocadillo correspondiente. Como colofón tenemos el café, carajillo, cortado y varios tipos de licores. Creo que no se ha dado ningún caso de desmayo por falta de alimentos.
Continua la ruta hasta el Montí que se corona sin incidentes. Después bajada y mas bajada durante mucho rato. Bonitas sendas, de buen pisar, de las que te puedes distraer viendo paisajes. Más tarde atravesamos un tramo “peligroso” que consiste en caminar por un paso estrecho combinando una pequeña acequia con un pequeño desnivel, cuenta con un cable anclado a las rocas para los que necesiten ayudarse y lo superamos sin dificultad. Un rato más y llegamos a los coches.
De la comida, no tengo criterio para hablar de ella, ya que estoy a dieta y me metí entre pecho y espalda una pequeña ensalada y una pechuga a la plancha, todo esto regado con agua exquisita de Lanjarón, pero si que doy fe de lo que comieron los de mí alrededor. Plato a rebosar de arroz empedrado (algunos repitieron), calamares a la plancha con sus patatitas y ajoaceite y tarta o helado de postre ¡¡que envidia!!. Como es natural se hicieron sus “cremaets”, pagaron la cuenta y a casa a descansar.
Los 12,5 kms de distancia más los 580 metros de desnivel y sus 3:51 horas empleadas hacen que la etapa sea de nivel medio. A José Luis se le hicieron eternos, otros (los gallos) se aburrieron un poco y el resto se dejó llevar cómodamente todo el día.
El próximo miércoles promete ser espléndida la etapa, cuidaos mucho.
Como siempre, la crónica con todo detalle.
ResponderEliminarSimón Corresendas